domingo, 5 de mayo de 2013

Los inicios de la asociación ZOE, entre 1998 y 2000




Por Ana Silvia Barajas

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La asociación ZOE Esclerosis Múltiple de Morelos recién cumplió años, seis años de haberse presentado públicamente como una organización que se dedicaría a apoyar a personas con esclerosis múltiple y a sus familias. Pero siempre he contado que Zoé realmente nació en el año 2000, y esto es un poco de historia.

El 5 de mayo de 2007 hicimos un pequeño evento en casa, presentamos un par de videos, y hablamos con cinco familias de nuestra intención -de Héctor y mía-, de constituirnos legalmente y trabajar metas a corto, mediano y largo plazo.


No ha sido fácil, pero aquí seguimos. 

Yo he estado muchas veces a punto de mandar todo 'a volar', de renunciar y volver a la vida sin Zoé*, pero algo se resiste a mantenerse con vida (como la planta que, en la película, Wall-E encuentra viva dentro de un zapato viejo, resistiendo al cambio y a la naturaleza destructora del humano). 

Zoé pervive, y cuando más agotada estoy, más propuestas y oportunidades surgen.

Pero Zoé no inició siendo un grupo para apoyar a la esclerosis múltiple. Nació buscando un lugar en el mundo: un modo de hacer algo por "dejar este lugar en mejores condiciones de las que lo encontramos".

O como dice mi querido Mauricio 'Morris' Carvajal Guajardo en sus talleres y conferencias de logoterapia: Zoé surgió de mis adentros "buscando el sentido de mi vida".

De pronto, un día en 1998 escuché después de la homilía (cuyo tema no recuerdo pero seguramente también cuestionaba qué podemos hacer por la comunidad a partir de lo personal).

...Pero bueno, después de la homilía, a la hora de los avisos, escuché a unos jóvenes esmirriados, nerviosos y de sonrisa tímida, hablar sobre un proyecto de separación de desechos domésticos, de un plan para mantener y mejorar las colonias donde vivíamos pero trabajando todos juntos.

Al instante supe que quería ser parte de eso. Y lo fui. Me entregué al proyecto, que al principio era básico y simple, pero creció y creció y creció (como el lobo de los cochinitos que sopló y sopló). El plan se hizo grande y se llamó Club Ecológico "Transformando Nuestro Medio Ambiente", en los años que aún no era moda ser sustentable ni reciclador, y todo ello gracias a mi amigo Luis Ángel Nieto Jiménez, un cura católico fuera de lo común.

Aquel fue el primer trabajo de Zoé (que nació sin darnos cuenta); a ése se sumaron más proyectos, todos de amigos muy queridos, todos buscando hacer de nuestra ciudad, nuestro estado y nuestra gente algo mejor. Zoé siguió creciendo, después vinieron otros objetivos, hasta lo que es ahora.

 Hoy encontré esta pequeña reseña, que habla solo de una pequeña parte de lo que fue aquella tarea del Club Ecológico, y quiero compartirla.







(Con fotos de 1998 a 2000)
Redactado por Ana Silvia, dirigido para un Diego que no recuerdo ahora quién era, pero en 2005 un día preguntó si alguien tenía experiencia en "azoteas verdes.


"Ya me puse a ver mi archivo, Diego, y te comparto mi experiencia: hicimos un club ecológico con niños y adolescentes, se llamaba "Transformando Nuestro Medio Ambiente" (sí, ya sé, nada original). 

Fue en 1999 y 2000, trabajábamos en dos colonias populares de Cuernavaca, muy pobladas y clase media baja en promedio, las colonias Revolución y Ciudad Chapultepec, así que a las familias -creemos- les ayudaron mucho nuestras alternativas.


Lo de las azoteas verdes, francamente no 'pegó' mucho; la gente quiere las cosas más sencillas. Pero algunas familias trabajaron en el plan piloto con excelentes resultados.


Se cubrió el techo con plástico, de ese bajoalfombra creo que se llama, una especie de esponja que se usa cuando ponen alfombra (¿así o más mensa?, bueno, de ése). 

Y sobre eso usábamos el clásico plástico negro de vivero, y también en bolsas de vivero se plantaron los esquejes o semillas.

En la foto se ve con sombra y todo porque es la imagen que usábamos para presumir, pero los había más pequeños y más sencillos.

Aprovechábamos la misma tierra orgánica que se producía en la 'compostota', un terreno que era usado exclusivamente para depositar y procesar los desechos de jardinería y vegetales. 

Esa tierra también la vendíamos, a cinco pesos creo, para recuperar un poco de los gastos, pero también las familias tenían 'composteritos' en sus patios traseros; por ahí se ve a Marthiux (Martha Archundia) paleando su composta para que no huela mal, para que sirva.

Todo se hacía en colaboración con la comunidad. 

Las amas de casa salían a barrer sus calles y separaban desechos orgánicos e inorgánicos, incluso clasificaban reciclables y reutilizables.

La verdad fue un trabajo muy gratificante, que se suspendió porque nuestro líder fue movido de la comunidad por sus autoridades. Al parecer era "muy rojillo" para el gusto de por ahí.

En las campañas de vacunación, nos plantábamos en las esquinas (por ahí salgo en la foto) y a atender el perrerío y el gaterío, previa bolsa de mandado -de las hechas con malla plástica, muy resistentes- lista para contener a los felinos."

*Juego de palabras usando el titulo "La Vida sin Zoé" del filme de 1989 dirigido por Francis Ford Coppola que es una de las tres "New York Stories". Y yo en algún momento me confundí y se la atribuí a Woody Allen, director de otra de las historias, junto con Martin Scorsese.
En fin, el nombre de Zoé se quedó conmigo en aquella XXII Muestra Internacional de Cine, y sabía que algún día lo usaría.

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