(desde que Bauer se perdió el 23 de abril de 2009, hemos pasado muchos momentos.
Este texto es largo y lleva muchas fotos. Valoramos mucho su interés por leerlo. Gracias)
Luego un jueves, el 23 de abril de 2009, ya no durmió en casa.
FOTO: Bauer cuando era un bebé (2005)
¿Por qué se fue?... se lo robaron, perdió o extravió, o en el mejor de los casos, ¿pensaron que lo encontraron?
No sé, desde el primer día estamos buscando sin resultados positivos aún, y ya han pasado más de tres meses.
Era una tarde de lluvia y todo fue muy rápido: subió al perro al coche y regresó.
Cuando recién se perdió Bauer, y mientras llorábamos pensando algún modo de localizarlo, me dijo Héctor que él había pensado algunas veces que los perros cumplen una misión con los humanos, que están predestinados a ayudarnos en algo, en algún momento. Y una vez que cumplen su tiempo a nuestro lado, se van y nos dejan.
FOTO: Max, que podría ser gemelo de Bauer (es el más parecido de todos los que hemos visto). Rescatado tras haber sido atropellado, hoy vive en una casa muy femenina, comparte habitación decorada en rosa y blanco y come fruta picada cuando se sienta a descansar junto a la abuela (julio 2009)
Bauer quizá está ahora haciendo tardes felices a otros niños. O acompañando a alguien, majestuosamente sentado a su lado. Pero de cualquier modo, sigue haciendo falta en nuestra casa.
Cuando era un bebé, nuestro Bau vivía en la Ciudad de México y era parte de una familia de padre e hijo. Lo disciplinaron y lo enseñaron a obedecer y comportarse. A mí me encantaba verlo salir alegre para caminar un rato al lado de sus amos. Y en ocasiones hicieron juntos gala de condición física: Poncho en la bicicleta ultraligera y Bauer a su lado -fielmente respetuoso de los límites impuestos por la traílla- recorrían tres, cuatro, cinco kilómetros, al parejo por la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec.
Habrá sido una hermosa fotografía.
Luego, también salía a "patinar": obvio, Bauer no patinaba pero disfrutaba de los paseos. Y así, un día se conocieron él y Mariano (que entonces tendría 4 años) y jugaron con esa agilidad que sólo tienen los niños de 4 años y los cachorros deportistas.
Cuando el amo de Bauer inició un trabajo que le absorbía muchas horas del día, y además combinaba labor con estudio, los paseos disminuyeron y las horas en el departamento se hicieron más largas, así que sin haberlo calculado surgió la propuesta de que viniera a vivir con nosotros a Cuernavaca.
Bruno, nuestro otro perro, había llegado a nuestras manos en una cajita de zapatos. Se llamaba "Tobi" y era sobreviviente de una venta de cachorros que hicieron en Pabellón Polanco; con tal vez 4, máximo 6 semanas de edad, Brunito había quedado rezagado del resto de la camada porque nadie lo compró. Y entonces pasó de unas manos a otras, hasta que llegó a las nuestras. Vino a la Ciudad de la Eterna Primavera un sábado. Y al sábado siguiente vino también Bauer.
Precioso Bau, obedeció cuando escuchó el "junto" para caminar pausado; y atentamente siguió la mano del amo para subir al coche y venir a Cuernavaca. Estaba confundido, sí, pero también contento con el abrazo de Mariano. Inquieto por encontrar su cama, su carda, su mochila de rescate y su pelota/cascabel ya en el asiento trasero de McQueen, subió dócilmente y se acomodó junto a nuestro hijo.
Rápidamente cambió la rutina de casa. Un niño feliz y dos perros nuevos. Bauer macho dominante. Su reino fue el jardín, su torre de control la resbaladilla Little Tikes, y su obsesión los envases de PET: no hubo uno que sobreviviera a sus traviesas fauces. Pero tampoco sobrevivieron algunas calcetas, un par de almohadas y dos o tres prendas más del tendedero.
FOTO: Otro Max. Ahora se llama Benji pero cuando lo conocimos era Max, aunque también respondía a la voz de "¡ven!" y entonces pasó de llamarse Max a Ben, luego BenDiez y ahora Benji, pero le gusta que le digan Benjamín (junio 2009). Rescatado por un joven que adora a los perros, Benji estaba en los puros huesos. Ahora vive con una familia, tiene "hermanos" niños, juega basquetbol y acompaña a su amo a largas caminatas matutinas.
Ratos de juego, carreras interminables, baños a manguerazos. El pasto agotado por tantas pisadas. Bauer cada día más fuerte, embarnecido, y dorado por el sol más su pelo. Mariano más moreno y vigoroso con tanto salto. Brunito un tanto receloso y de ritmo más pausado, a veces huía a las "tormentas" de la manguera, pero juntos los tres eran un gran equipo.
Lo más gracioso e interesante de ver, era cuando Mariano entraba aguantado la risa y hacía seña con su dedo sobre los labios para pedirnos silencio: se escondía tras la puerta, tras la cortina, tras el sofá o bajo la mesa. A los pocos segundos entraba Bauer a buscarlo con aparente desconcierto; husmeaba fingiendo no ser un perro cobrador; y pasaba de largo junto a Mariano que seguía conteniendo la risa y la respiración. Como si el olfato de Golden Retriever y el desarrollado instinto no pudieran ubicar al niño, Bauer pasaba de largo y volvía, se detenía en los escondites usuales como no encontrando, hasta que de pronto ¡zas! descubría a Mariano. Estallaba la risa y reanudaban juntos la carrera.
FOTO: Este juguetón también se llamaba Max, o Shaggy (aún no estaba decidido). Apareció solitario por rumbos de Plaza Jacarandas. Como todo Golden, es obediente y muy activo.
Tenemos un nuevo número de teléfono (777) 31772 57. El celular y correo son los mismos. Por favor si cree que puede ayudarnos a localizar a Bauer, no dude en escribir o llamar. Seguimos esperando su regreso.
Celular (777) 510 2724 Correo drhectorgc@gmail.com
Muchas gracias a todos los que nos han acompañado en esta histioria.
Apreciamos mucho que hayan contribuido en la búsqueda de Bauer, y perdón por no mencionar nombres pero a todos los tenemos presentes.
Con cariño,
Héctor, Ana Silvia, Mariano, "Biunito" y Duquesita Bú
FOTO: Mugis vive en una azotea, por el rumbo de la Subida a Chalma. De los reportados es el favorito de Ana, pero Mugis no estaba perdido ni encontrado, sólo es que Fabiola lo vio y pensó que se parecía a Bauer.
Un par de meses después, Cecilia -hermana de Fabiola- encontró otro bonito flaquísimo remojado por las lluvias y lo llevó a su casa. Ya bañado y comido nos llamó para que lo viéramos. Otra vez no era Bau. Lo nombraron Camilo y se ganó el corazón de su nueva familia de inmediato.
FOTO: Este macho ya entrado en años fue el primero que "identificamos". Un amigo que leyó el primer correo buscando a Bauer, vio que había un Golden caminando errático y lo siguió hasta tenerlo sitiado. Al llegar y revisarlo salió un señor velador a decir que el perro vive en un sitio de mudanzas. Es también un perro velador y ni siquiera supimos el nombre.
Después hemos recibido muchos correos de apoyo, y correos de aviso (un perro sangrando de la cabeza, un perro vagando en tal o cual calle, un perro visto en otro rumbo, y así). Asistimos a muchos llamados. Conocimos a Duque, a Pepe, a otros -todos Golden- y hasta a dos labradores, uno de esos también llamado Duque. Y por supuesto hemos seguido deteniéndonos a preguntar o pedir que se sumen a la búsqueda a las personas que vemos paseando Goldens.
1 comentarios:
Vaya, sieno mucho q no hayais encontrado a Bauer, pero por lo q veo habeis tenido a casi todos los golden abandonados de la zona, me alegra q rescatarais a Duquesa, mucho tiene q gustaros los animales, pero lo más bonito es q sigais siendo fieles a vtro querido Bauer, puesto q aún estais buscandolo; por cierto, Bruno y Duquesa tmb son preciosos y Mariano es feliz con ellos. Confio en q algún dia llegueis a encontrar a vtro querido Bauer. Con todo mi cariño y amistad y desde Salamanca España.
Besotes grandotes para todos, en especial para Mariano por ser el mas pequeño
CAROOL
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