domingo, 9 de octubre de 2005

Héctor, me haces sentir

A tu lado vuelo, junto a ti mis manos y mis pies se vuelven alas para recorrer el cielo… El mundo es poco para caminar contigo… Tus abrazos son hilos de plata que me unen al paraíso… Tus caricias son aliento, tus palabras son conjuro, tu mirada es magia y tus besos, sueños.

Aunque tu cuerpo se haya vuelto ajeno, tu corazón y tu espíritu siguen siendo fortaleza y refugio para mis angustias; tu mente se ha convertido en ancla que me retiene en puerto seguro, y tu cariño es mío, más mío que ninguno… con eso, cualquier limitación es nada… cualquier reto es pregunta de respuesta consabida…

Me has llevado, ángel, a recorrer senderos de dulzura, a caminar valles de entrega, a jugar en campos de armonía, y a bailar eternas danzas de felicidad y paz infinita…

Hoy sé que veo con tus ojos, que siento con tus manos, que apoyo mis pasos en tus piernas, que sostengo mi vida con tu fortaleza y que lleno mi alma con tu fe y esperanza.

Hoy puedo decir que he aprendido a querer de un modo distinto, a ver un mundo nuevo, y eso te hace parte inseparable, eterna, de mis andares por la vida.

Ana

0 comentarios: