viernes, 11 de julio de 2008

Comité Internacional de Personas con Esclerosis Múltiple

He sido nombrado representante de México ante el Comité Internacional de Personas con Esclerosis Múltiple (PwMSIC) de la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple (MSIF por sus siglas en inglés).

Pueden leer sobre mi nueva tarea en el website de la MSIF, si dan click sobre este vínculo.

Como dijo un colega profesor de mi facultad, parece autocomplacencia, pero en realidad es un compromiso con todas las personas que padecemos esta enfermedad en México, para que se vuelvan los ojos a nuestra situación y a los cambios que manifiesta nuestro país porque está creciendo la incidencia de casos de EM.

Así que...


familia, amigos, compañeros y colegas
que han estado conmigo
en las buenas, en las malas y en las peores:

Por tantos momentos compartidos -directamente o de modo virtual- quiero decirles gracias, pero especialmente por creer en mí, por darme ánimos y por seguirme en las empresas que he iniciado: gracias a aquellos que me acompañaron a las sesiones de fisioterapia, a aquel que ha compartido generosamente el ejercicio de la veterinaria para combinar su destreza con mis diagnósticos, a cuantos me han prestado su atención para escuchar mis palabras, y sobre todo a quienes me han respaldado en la decisión de tener mi propia familia.

De un modo que no puedo descifrar, porque me hace un nudo en la garganta, doy las gracias a quien me escribió una madrugada este mensaje:


"Tú eres tan fuerte como yo no soy.
Yo soy tan fuerte, gracias a ti.
Mi fuerza radica en ti.
Yo no soy tan fuerte si no me necesitas.
Tú y yo somos tan fuertes si estamos juntos.
Es algo que deseo decir, no es decisivo ni denoto decepción,
pero qué difícil es escribir con (ce) o con (ese)."
Oscar Alberto García Caballero
3 de mayo de 2008.

Carnal: realmente las cosas son al revés, yo no soy fuerte sin ti, y gracias a ti he podido avanzar junto con mi pareja en esta nueva encomienda que aún no asimilo en toda su magnitud.

Y a mi madre le agradezco tanto, porque si puedo sonreír es por su amor.

A mi suegra Ana María también le doy las gracias por su apoyo, y aunque no soy el yerno que desearía, pondré todo de mí para serlo.

Ana Silvia, la persona a la que he unido mi vida y mis sueños, y sin ella no habría podido ser nada de lo que ahora estoy siendo, me ha brindado la maravillosa experiencia de vivir en familia y sentir el enorme amor de compartir un hijo, que este ángel que tenemos nos cuida y enseña de una manera sorprendente lo que los sabios no pueden entender, sobre el honor de educar a un niño. Por eso y más, confirmo mi seguridad de poner no sólo mi corazón sino mi vida en sus manos.

MVZ Héctor M. García Caballero